3.8.09

Anochece

y todo poco a poco se oscurece, se duerme, cae en su rincón para descansar, para entrar en un estado de inconsciencia y esperar un nuevo día. eso es lo que quiero, un nuevo día...


... y me doy cuenta de que la vida tiene la belleza de un pene. de un pene flácido, cansado, agotado e impotente. un pene que no obedece al resto del cuerpo, que no obedece a la mente, que se niega a levantar cabeza y hacer feliz a alguien, un pene que se rasca los cojones a lo ancho y pasa del tema. una poya que sólo mira al suelo, recordando momentos en los que se erguía y mantenía firme durante horas, recordando tiempos mejores, y esperando que vuelvan tiempos mejores. un jodido cipote que ahora no tiene ni ganas ni fuerzas de mirar hacia arriba, pues sabe lo que va a ocurrir, sabe que siempre acabará igual, sabe que pueden cambiar las cosas, puede ver a otra mujer distinta, puede verla en montones de posturas distintas, puede ver un hombre con un tarro de vaselina en la mano, y puede ver de nuevo el blanco del baño; pero, al final, todo es lo mismo. hará todo lo posible, se esforzará al máximo, disfrutará, y volverá a agachar la cabeza, volverá a ver el suelo. un cipote sin ganas ni ánimos de escupir un chorro de lefa sobre la página de una revista porno...


... un nuevo día, en el que miraré al cielo con una sonrisa, un nuevo día en el que abriré la puerta con alegría, en el que seré un nuevo yo, en el que el mundo me mirará y yo le devolveré la mirada con un dulce guiño, un nuevo día con un nuevo sol y un nuevo yo.

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