24.10.13

Si tú te dejaras y yo quisiera

Tengo el sudor frío,
la respiración agitada
y la mirada caliente.
Me duelen las muñecas
de imaginarte
y no tenerte.
Sé que puedo llegar 
a donde quiera,
lejos y en profundidad,
de cualquier manera.
Con gemidos, crujidos,
chasquidos de paladar,
tu boca entreabierta,
el vaho en el cristal.
Mojado
con todo mojado 
te imagino cada noche,
tras perdernos en un pique
de reproches,
haciéndonos tragar 
nuestras propias palabras,
empujadas por lengua ajena.
Lástima que no haya más de ti
que me merezca la pena.

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