29.7.09

Heinekien.


Hacía calor. Iba por la calle húmedo y acalorado como un cristal empañado.
Hacía mucha calor. La calor era inaguantable... inexorable...
Entré en un bar y pedí una cerveza.
Seguía haciendo calor cuando el camarero me trajo un botellin de Heineken.
Le dí un trago, hacía calor, y me refrescó.
Cuando voy a hechar mano de la botella, me di cuenta que había un herror en la botella. No ponía Heineken, sino Heinekien.
Me resultó bastante gracioso.
Hacía calor, y decidí seguir mi camino. No me quedó más remedio que pensar en la pregunta que la cerveza me habia hecho: HeineKIEN?.
Eso me pregunto yo. Hace calor.

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