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23.1.15

Mandrágora




Rómpeme.

Arráncame el alma y destrózame.
Querías apreciar en mí la luz
y enfoqué las lámparas
sobre la sombra de mi cuerpo tostado.

Querías lamer mis cicatrices
y acabaste aullando por un trozo de mí.

Sujetaste un vaso con tormentas
y lo colocaste sobre mis piernas,
vertiendo las líneas divisorias de tu pantalón.

Jugamos a embotellar barcos,
a amenazar tigres a punta de pistola
y a perforarnos la boca hasta quedarnos sin aliento.

Me gemiste en el oído y sulfaté mis ganas
de dejarte sin piel.

Quise romper las cortinas
y acabé cortando mi vagina.

Te esparciste sobre mí
y nos volvimos invisibles.

Destrózame, es lo único que necesito antes de correrme.




(Fotografía de Christian Coigny)

17.11.14

Shibari



Encaje negro como las argollas de la noche,
sábanas de un rojo cereza que amarga
y un enorme rincón de cuerdas de sisal.
                   
Desplómate, déjame mirarte.

Muero por tocarte
y vivo por soplarte caricias húmedas.

Te tintas en mis labios y me rompes.
Lluvia de fuego me pareces.
Duele.

Hueles a ceniza,
y créeme que me gusta verte arder.

Desplómate.
Ahora.




30.8.14

Miércoles





Beso de champagne, taciturno sin noche,

se derraman unas gotas de invierno en mi blusa.

Bebo mares de seda, muerdo los febreros

con ojos de vidrio y una amapola en la mano.



Ojeras de soledad, el frío me rompe la boca.

Amaneceres de botella, la nieve arde.

Me duele la cabeza.

Humedad de sed y hielo.



Rascacielos de diamantes, luces de desierto,

ciudad vacía. 

Lluvia negra.



Cúrame el invierno, cúrame.






7.7.14

Vodka



Arpías de fuego que succionan cadáveres
como flores.
Fuego que inunda la boca y me abrasan
las olas bestiales de tu cuerpo.
Musas nauseabundas que deambulan
ante el submarino de mierda de las calles.

Océanos de arcadas,
un frío hirviendo en mis ojos,
tus labios candentes sobre mis piernas.

Me diste el primer beso en aquel coche
menstruado por las ruedas,
cosido al suelo.
Un beso húmedo con sabor a
saliva de selva.

Tu cuello olía y sabía a un iceberg,
y pude verte el alma en la tormenta
de aquel paseo que nunca dimos.

Esas manos que nunca tocaré
y que nunca serán mías, ni las tuyas.
Aquella mirada tuya de atravesarme
todo,
hasta las bragas.

Incluso eso lo hacías bien.
Ahora solo quedo yo,
o eso creo. 


2.6.14

Esdrújula



Un cementerio de agua soy sin ti,

ese puto punto azul que se ahoga.


Me asfixio con mi propia saliva si no te encuentro y

en mis sueños finjo pesadillas para ver si te callas.


Y rajo tu recuerdo en mis pupilas de basura

que solo buscan un beso mendigo de tu voz.


Te busco en la espuma de la cerveza que te bebiste

a sorbos,

en cada surco que arrancaba el aire de tus pestañas,

en cada madrugada de mandarina que abrió esa boca

que saca  de quicio y envenena.


Violenta pornografía soy sin ti, una flor quemada.

Cenizas de ti. 


(Fotografía de Francesca Woodman)


28.5.14

Mi carta de presentación: "SÍLFIDE"




 

‘Conserve este prospecto ya que puede tener que volver a leerlo.’

El oxígeno color tierra tuerta de ciénaga

huele al aceite para engrasar puertas del aula 12.

El color pardo de los ojos o la barbada utopía

resuena como las huellas dactilares de unos tacones

de luna que murmuran océanos. 


Nitrógeno, oxígeno, vapor de agua, ozono,

gases nobles, dióxido de carbono, hidrógeno.

Quiero ver la noche desde los ojos de esa sílfide

esquelética que resurge de la espuma del mar

y rebota en el cielo asmático       

pulverizándose en un campo de mariposas.


Silencio.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

Silencio.
  
‘Informe a su médico o farmacéutico si está utilizando 
o ha utilizado recientemente cualquier otro medicamento.'


Silencio.