Siempre nos quedara
aquel Paris del sesenta,
las madres del mes de mayo
y los aires de protesta.
Mil canciones, desconsuelo,
cientos de puertas abiertas,
y diez besos que se pierden
en una oscura vereda.
Siempre nos quedara
aquel Club des Haschiciens,
oda a lo intelectual,
los cabarets y Bodeleire.
Los aromas del Cafe
despiertan a los sentidos,
a la hora en la que ayer
llegue tarde a mi destino.
Siempre nos quedara
mirar atras, tirar pa' alante,
aguantar siendo elegante
el presente que vendra.
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