6.11.13

Poesía erótica



Degollaré a tu poesía erótica
y mientras su cuerpo sensual y sinuoso
yace sobre la mesa de la cocina
le preguntaré con educación si el resto
de mierda que queda en su plato se la va a comer.

Violare todas esas fantasías que soñabas de pequeña
y después me limpiaré lo que salpique con tu literatura.
Le demostraré a esa Venus que cortejas con asiduidad
escupiéndole en la boca que todavía eres menor de edad.
Le quitaré esa inocencia de guarra de instituto
y le obligaré a confesar a sus amiguitas que mintió
cuando les contó que se la follaron por el culo.

La desnudaré enfrente de todos mientras nos reímos alrededor
lamiéndola por fuera y penetrando tu interior.
Partiré labios mordidos, arrancaré tatuajes y anillos,
desgarraré ese maquillaje de puta y esa cansina provocación
 la ahogaré en la suciedad de mi lengua y  mi olor
 mientras mis líneas tornan en abuso las caricias de tus versos.

Cuando abandones esa imagen de maestra exigente
que  la come con pulcritud  y te duelan las piernas,
al final, te recordaré que después de follar entre letras
tendrás que aguantar a los hijos bastardos que has engendrado
y sufrirás al recordar la cara del que te desvirgó el erotismo. 

Fue con tinta, fui yo mismo.

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