16.1.14

HOT KEY

Paseaba los dedos por su vientre como si fueran piernas que andasen. Tenía la cabeza apollada en su pecho para oír su corazón. Trazaba curvas, rectas, líneas paralelas y transversales para averiguar qué efecto tenía. Así fue como descubrió su teclado interno.
Posaba el dedo en su costado durante medio segundo exactamente y le acariciaba la cabeza. Y sonrió. Y después dibujó con el pulgar una curva de treinta grados sobre una zona concreta y la caricia se dirigió en la dirección que deseaba. Y volvió a sonreír.
Besaba tres centímetros exactamente por encima del ombligo y miraba hacia arriba. Unos ojos oscuros y enormes fijos en los suyos generaban en su cabeza una idea materializada como una onda, una vibración maravillosa, tal vez química, en el aire que había inyectado en su cerebro. Una pregunta sin idioma: ¿A qué esperas?

1 comentario:

  1. No lo había leído aún, y me quito el sombrero ante usted Mr. Fields. Chapó.

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