9.2.14

Desastre



Una vez conocí a un tipo que era un completo desastre. Así que pensé, si es un completo desastre deberá compensarlo de alguna forma, y eso me fascinó. Nunca jamás he visto a nadie tan impuntual, desacertado, desubicado ni patoso como a aquel tipo. Durante siete años lo estuve observando desde la distancia y cada día lo veía colocarse por su propia mano en la situación más complicada que cabía imaginar. Así que un día me acerqué y le pregunté:

- Disculpe, ¿le importa si le pregunto en trabaja usted?

- La cuestión, amigo mío - me dijo - es a qué no me dedico. Dedicarse a algo es someterse, levantarse muros alrededor. Los maestros artesanos, los expertos joyeros. Todos ellos son personas infelices como seguramente lo será usted, y lo sois porque habéis renunciado a vuestro verdadero potencial semántico. Habéis transformado en herramientas vuestras manos de tal forma que ya es tarde para volver atrás. Y hay otra cosa a la que no me dedico, a hablar con herramientas. Tenga usted muy buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario