4.6.14

Apaga y vámonos

Las miradas perdidas
se esconden
para no ser encontradas
en el vacío del alma.
Sentir que en vez de tripas
hay odio por la raza humana,
en el lugar del cerebro
desgana,
en el lugar de las sonrisas
absolutamente nada,
cara de póker
para una partida
que no está ganada.

Mero recipiente de carne,
sangre y agua
por el que el oxígeno pasa
sin que se note
sin que caliente
sin que ayude
siquiera a un suspiro
estancado.
En mis manos
vacío,
en mis ojos
vacío,
en mi pecho
cuchillos ordenados,
locura,
deseo,
besos caducados.
Ritmo,
horas,
minutos,
segundos,
relojes asesinados,
tiempo muerto
el silencio
como réquiem
para el futuro.
Nunca lo tuve tan claro,
todo está oscuro.

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