5.5.16

Prólogo a lo que acontecerá en el tiempo de quien le escribe

Perdóneme lector por lo que vendrá después
de este prólogo,
pues dicho ente no existe.

Tal es su inexistencia que
apenas se puede respirar su aroma
mas acertar a adivinarlo es y será
juego siempre de sonrisas,

razones no hubieron para su nacimiento
excepto este prólogo y
ni siquiera
seguramente
será suficiente,
pues ni el prólogo tiene razón
ni le falta.

Al igual que los ojos que se pierden
la lógica se ha ido de paseo
acabando de comprender
lo que ayer era desconocido y mañana
si se recuerda
pudiera ser incluso mantra,
pero la idea no es tan necesaria como la sensación
o el padre tan sabio como el retoño
o el sexo tan placentero como el beso
que inciso pudiera parecer amor
más que placer.

Y es pues que ya dije todo lo que quería
sacar del pecho y aún así
me siento aún lleno de lo que debiera dejar aquí escrito
para su aprendizaje,
pero ni soy ni fui ni seré profesor
ni usted es más alumno
que las palomas del parque.

Despídome entonces
persona yo
persona tú
vida un poco más comprensible
amor un poco más maduro
sabor familiar el de mis labios
realidad un poco menos aparente.



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