1.8.09

Pepillo el pelele

Pepillo el pelele, era un payaso de carraca ambulante. Pepillo el pelele, vivia en su mundo de felicidad con sus amigos, los demas peleles, en el que Pepillo el pelele era el encargado de hacer reir a todos, inconsciente de la gente que se agolpaba para ver sus actucaiones. Pepillo el pelele era fantastico, sus amigos lo adoraban y el público más aún, aunque Pepillo el pelele no era consciente de ello, dentro del teatrill oque estaba dentro del cambalache que estaba dentro de la carraca se sentía seguro.

Pepillo el pelele dormia dentro de una caja de zapatos viejísima, y al despertar ya estaba en su teatrillo con sus amigos. Pepillo el pelele era un maestro de las caidas, se podia caer perfectamente en la misma piedra una y otra vez y se reia cada vez mas con sus amigos, pero su risa erauna risa sana, se reia con ellos. Sus papeles, sorprendentemente eran serios: Pepillo el pelele en el amante patoso, Pepillo el pelele como presidente del govierno, Pepillo el pelele tributo a Charlot... sin embargo tarde o temprano la responsabilidad o el honor de su personaje se desvanecia entre caidas, porrazos y carcajadas.

Un mal dia de sol radiante y cielo celeste la caravana llegó a cierto pueblo, y en medio de la esperada representacion de Pepillo el pelele felizmente casado, el teatrillo fue asaltado por unos agentes de la ley del vino, porque de vino iban hasta arriba, pidiendo una caida de Pepillo el pelele cuando todavia no era el momento. En su enfado, los borrachos emprendieron a golpes con el cambalache, tirando sus 3 paredes de carton.

Pepillo el pelele se vio fuera de su entorno, y dos lagrimas de madera bajaban por su cara de payaso. Habia gente ahi fuera, y lo estaban viendo, lo veian mofarse de si mismo, nunca habia reparado en ellos, siempre veia sombras quietas, pero para el eran parte del decorado de su vida. De pronto Pepillo el pelele tropezo con un trozo de madera y retumbo en el suelo, no se hizo daño, era de madera, pero Pepillo el pelele hubiera preferido cualquier dolor en su cuerpo antes que el que tenia en su barnizado corazon... la gente se reia a carcajadas, los borrachos se caian de risa, y los niños lo señalaban. Empezaron a pedir otra caida, otro golpe, otra carcajada, mientras Pepillo el pelele no podia parar de llorar. Se quedo quieto en el suelo hecho un pequeño ovillo de madera de madera barata. Los borrachos lo cogieron y lo zarandearon y la gente se volvio a reir y el no paraba de llorar. Lo lanzaron al aire y lo dejaron caeral suelo lleno de barro, a el no le dolia, pero no podia para de llorar. Cuando se aburrieron , se fueron todos en tromba a otra caseta de la feria y lo pisotearon como si fuera una parte mas de ese recubrimiento de hojas, ramas, arena, barro y polvo que no es suelo pero que forma parte de el, y alli lo dejaron, con sus piernecitas rotas, con su rariz partida, sin dolor, pero sin parar de llorar

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