24.9.09

ACLARACIÓN: Una relativa presentación.


Tras mi primera “publicación”, quizás, más de alguno, tenga una visión un tanto distorsionada de mi, quizás no, nunca lo sabré y, diría que no es un problema que me aflige demasiado, pero obviamente no es del todo así. Casi, pero no, bueno, no del todo. Como de costumbre (hoy are una excepción y seguiré alguna), diría que yo me entiendo.

Más allá de un chico que regala sonrisas por doquier o pierde anillos, o mete el churro donde no debe…hay, escondido en alguna parte (no recuerdo muy bien donde), un joven romántico y divertido, con sonrisa de capullo, con la inaudita cualidad de meter la pata donde la mierda es más reciente y honda (éste sí que existe, te lo aseguro)  y que, aun así, pretende envolverse en un aire contaminado de oscuro misterio…

Podríamos decir que soy polifacético, aunque eso si, en el mal sentido de la palabra. En mi vocabulario, polifacético viene a ser algo muy parecido a un embustero, a un hipócrita o, en el mejor de los casos, a un pobre niño victimizado y confundido.

No os confundáis, voy más allá del bipolarismo convencional. En mi interior he creado un pequeño nicho para que convivan dos entidades aparentemente poco y dudosamente compatibles. Por un lado nos encontramos con el Rey del Mambo. Es quien me permite dormir por las noches, quien me da el derecho a pisarte y aquel peculiar ser que levanta mi dedo, señalándote, mientras esbozo una maligna sonrisa acerca de alguno de tus evidentes defectos, disimuladamente, claro está. Mi abuela me educó lo suficientemente bien…bueno, no se a quien pretendo engañar (efectivamente mi abuela me educó bien), pero además peco de ser un gran y apasionado cobarde.

Este elemento de cobardía pertenece a mi otro lado. Garras de acero que me amarran a esta miserable existencia… creo que algunos lo llaman conciencia, razonamiento o cualquier otra palabreja mal sonante que viene a decir lo mismo.

Otra cuestión…

La culpabilidad o el arrepentimiento son propios de razonamientos acrónicos (no sé si es ésta la palabra que busco), son el destino de aquel conejito blanco que siempre llega tarde, quizás porque no mira hacia donde van sus pequeños pies, mirando continuamente a ese reloj que late con pretensiosa regularidad…Aunque admito que, de vez en cuando, el sujeto careciente de cualquier hebra de color, llega a tiempo. Por desgracia, parece ser que nunca fue grande entre los sofistas griegos, este pequeño espécimen atemporal se perdió a mitad de camino entre nuestra tierna humanidad (o, al menos, en mi caso de tierna humanidad) ya que, indudablemente, carece de pocas cualidades elementales para aplicar la retórica clásica. El caso es que después de unas pocas palabras salidas de su diminuto agujero (dejémoslo en su ano) consigo apaciguarle, al igual que una madre adormece a su cansino hijo, cantándole una nana…

“Si…”

Podríamos decir que más que una aclaración, se trata de una relativa presentación, un “buenos días” descortés, cortado abruptamente por la ausencia de un ¿Qué tal? Que tan poco me interesa. También se asemeja a un “Hola, me llamo…”, obviamente sin nombre (aquí utilizamos los más interesantes seudónimos, estrellas en el anonimato, ¿no es así?). Basta con unas iniciales medianamente descriptivas, unos cuantos brochazos que trazan un ligero /Sketch/ de nuestras magnificas y encantadoras personalidades para distinguirnos los unos de los otros ¿verdad?…cada palabra vomitada nos hace ser únicos…como no.

Bueno, ya os dejo descansar vuestros cansados ojos (de mi no, espero) y que al fin y al cabo, Noventatrastos es un lugar de lo más interesante… desde mi llegada,  por supuesto.

Un cordial saludo…

¡Esperad un segundo! Se lo debo a mi abuela:

-          Buenos días, ¿Qué tal estáis?

 

4 comentarios:

  1. buenas noche tenga usted, blood
    otro gran texto que os parece, lo baneamos?

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  2. Xoff!...Efectivamente, señor FJ Martin, la boca me pierde...

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  3. Muy buena tu presentación, muy elegante.

    Un texto simpatico jeje

    xD.Saludos

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