27.9.09

SAINT MICHAEL

Tú que estás en el reino de los cielos, tú que observas cómo fracaso en ésta vida terrenal, tú que ignoras, gruñidos y alaridos, suspiros sin alivios, plegarias sumisas de otros tantos como yo…
Saint Michael, ¡baja de tu pedestal¡ Sirves al que me dio vida, ahora ¡enséñame a vivir¡
Estoy harto de buscar al amigo perfecto, harto de discutir con planetas lejanos, con Venus, quiero que seas tú, Ángel, hermafrodita, que beses mis labios fríos, que cojas mis manos encallecidas de tanto escarbar en mis miserias, que me guíes, que dilates mis pupilas para que penetre en ellas tu luz divina…
¿Acaso no te busqué? ¡Con lupa¡ ¿Acaso no te amé? ¡A mi manera¡ Enséñame a querer…Cómo quieres que ame a la nada, cómo quieres que ame al egoísta que no da, pides amor incondicional hacia lo intangible, hacia aquello que no tiene ni principio ni fin…Baja de tu reino y deja que enfoque mi llama de amor en ti, se mi maestro…estoy aquí para aprender.
Te pido sentido, pido que este aceite empalagoso, saturado de hebras cristalinas envenenadas, tenga forma. Arquea tu espalda y muéstrame el mundo tal y cómo lo ves tú, muéstrame el amanecer y el día que le sigue, muéstrame el atardecer y la oscuridad que la envuelve y déjame vivir en él…de principio a fin.
Te suplico, ábreme el sendero de la verdad, abre tus brazos y acógeme en tu pecho, préstame un hombro para llorar en él, seca mis lagrimas de arrepentimiento, de soledad, de sufrimiento por no entender lo que debo saber…contágiame de tu inmortalidad y deja que seamos ambos los que luchemos por salvar a la humanidad, préstame espada y escudo, alas y voluntad y seré tu fiel servidor, tu amante y fiel compañero…

Y Saint Michael bajó:
Mírame a la cara, observa como las lágrimas brotan de mis ojos, se escurren por mis mejillas y confunde, malinterpreta este sollozo, acércate a mí, acércate y mira como las lágrimas son sangre, que mi llanto sí es de desesperación, que mi llanto responde a los milenios de rabia contenida, de silenciosa sumisión y de harta paciencia…
Mira mis manos y contempla cómo los estigmas de todos mis hermanos se convierten en una, la sangre coagulada vuelve a brotar y con ella renace el dolor de todos los que creyeron en ti, de todos los sacrificados en tu nombre, de Todos…
En mi cinturón una daga, sin filo, desgastada por el tiempo de tu tardanza, oxidada por el aire malgastado de mis compañeros en espera, el viento se lo lleva todo, el paso del tiempo abre las puertas de un reino a otro, del imperfecto al perfecto, el destino del filo es tu reino y por fin, yo me encargaré que así sea…te doy el filo, la daga y mi voluntad, tú, mi sangre, mi vida y mi tan esperada dignidad…
Quiero ver cómo el miedo abre tu pecho, como el filo con nombre corta aquello que tanto cuesta ver…
Tu rebaño se perdió y nunca te molestaste en buscarlo, tu rebaño te llamó, tú, escondido la viste pasar, tu rebaño sufrió, murió por tu amor, tú…bajarás del cielo y saborearás el pánico de la imperfección.
Cogeré tu cuerpo sin vida, tu cadáver maduro, cavaré una tumba y te enterraré en tierra profana, imperfecta: Sin Patria, sin Dios, ni Rey….

1 comentario:

  1. puessssssssss...
    estoooooooooooo...
    eeeeeeeeeeeeemmm...
    tu eres nuevo por aquí no?

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