Es como cuando ves una película antigua. Esas manchas negras que parecen papel quemado y arrugado por algunas partes. Que parpadean. Me encantan. El sonido de los discos de vinilo... es como cuando ves una película antigua. Se escucha el resquebrajar de la música. La aguja paseando por los surcos de El último de la fila. De Janis Joplin. De Jimmy Hendrix en el Woodstock. Les Luthiers. Queen. La vieja colección de mis padres.
Y entre ondas, entre vibraciones, bolígrafos y una barra de labios morada encima de la mesa...
Te echo de menos.
Debería estar contenta pero no puedo. Debería concentrarme pero no quiero buscar el centro. Debería reirme. Pero nunca me ha gustado hacer lo que se supone que se debe hacer.
Sí, quizá la tristeza sea un placer más. Ilógico. Humano.
Y entre ladridos, entre la débil luz de la habitación, una mochila llena de libros y los recuerdos encima de la mesa...
Te echo de menos.
Las gatas no son tan ariscas...
deberia concentrarme pero no puedo buscar el centro.. simplemente genial!
ResponderEliminarbarra de labios morada? en serio?xD
gracias. Jaja si, en serio. Labios morados, mi color preferido
ResponderEliminarPrecioso, simple y directo. Hacía tiempo que no leía nada tuyo así.
ResponderEliminarComo un amigo me dijo: "el día que empecemos a ser felices dejaremos de escribir". Es triste que la felicidad nos quite este pequeño don, pero me alegra de volver a leer estos textos tuyos que saben transmitir de verdad, sin necesidad de palabras de más.
;-)
oh muchas gracias!!
ResponderEliminarSin duda se nota cuando algo sale del corazón. Es genial, como todo lo que escribes =)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Abel.... es irónico que sea la tristeza la que sirva de tinta a nuestras palabras... Supongo que la felicidad se vive, no se escribe xD