La función debe continuar

La prueba más clara de que somos piezas de un tetris, es que nos niegan el derecho a la muerte.

Todas las religiones, en todos los gobiernos de todos lo tiempos, el suicidio siempre ha estado mal visto o prohibido. En las cadenas de Tv está prohibido hablar del suicidio de alguien en las noticias. Prohibido, excepto que haya matado a luego barrio y luego haya metido el cañón de una escopeta de caza con licencia en la boca y haya apretado el gatillo, entonces es un villano, no un suicida. "Hay razones para seguir viviendo" pero la más importante es que produces trabajo y pagas religiosamente. "La muerte es el camino fácil" ciertamente, el camino fácil no parece ser ir al Mc Donals todos los viernes por la noche. "Hazlo por tu familia" no son tiempos en que alguien viudo se muere hambre para mantener a su familia.

La única razón para seguir viviendo, es la misma que te empuja a tirarte de una azotea: la vida es un gran teatro. Todo depende de cómo te lo quieras tomar. No puedes cambiar una función teatral de siglos de recorrido cuando tu llegas, sólo puedes verla. Puedes ver como no solo te dicen lo que tienes que hacer directamente, sino como te inducen indirectamente. Puedes ver cómo te dan motivos para odiar la guerra, para sentirte mal por haber nacido en el primer mundo. No, también te hacen odiar el sistema, odiarlos a ellos, los que te dicen que no fumes porque el tabaco mata. Las versiones oficiales, las ruedas de prensa, lo políticamente correcto. Todo eso es lo que yo llamo el teatro dentro del teatro. Pero no nos damos cuenta de que cuando decimos que los políticos son corruptos, que los futbolistas cobran millones vamos en contra de los actores. Recuerda siempre que cuando el espíritu santo te ilumine y veas las cosas claras, cuando creas que eres tan jodidamente listo como para darte cuenta de que siempre hay algo detrás, esa idea no es tuya. Es otra forma de ver el teatro. Cuando crees que estas por encima del teatro del teatro en realidad no estás fuera.

Claro puedes cerrar los ojos y apretar el gatillo, beber el veneno, saltar por la ventana. Ciertamente es una opción sensata.

Me confieso, soy cobarde, me gusta reírme. Con este target elijo la forma más simple de ver la función: todo es una comedia, una broma. Y me divierte la gente que se cree fuera del teatro, cuando en realidad está más dentro que nadie. La solución final es el punto de partida. Trayectoria circular. La pescadilla que se muerde la cola.