18.9.10

Tótilu.


Busco en mi mente algún relato, historia, cuento o desvarío. Cualquier resto de mierda que atasca la conexión de dos neuronas importantes. Algo de cerumen que se haya ido a explorar a la zona gris.

Ni la suciedad se esconde ya en mi cabeza rota, sólo un rollo de película proyectándose en mis ojos y un par de pulgas sentadas en el cerebelo y comiendo palomitas. Tan aburrida es la vida que hasta las pulgas duermen en el cine.

Los demonios quizás lloren, los ángeles quizá forniquen. Los profetas, de mil colores, con estúpidos probablemente trafiquen. El problema de jugar con la mente, es que llegas a creerlo, y, sin comerlo ni beberlo, ya no formas parte de la gente. Bla, bla, bla. Gracias a los blogs, ideas sin conexión ni pasión ni deseo de ser escritas llegan al grandioso mundo de la red de redes, la de tarzanetes de mi ojete.

Desde lo más superficial de mi ser, que les follen esta noche.

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