de los maravillosos ratos

Una hora.
esos maravillosos ratos
no duran más de una hora.
Ese momento especial
esa consonancia, forzada,
pero genial,
de los momentos vacíos
con las personas desconocidas.
Esos "hola" "tienes hora?"
esas risas, ese "tengo frío"
hasta los "vaya día!"
hasta los "paso de todo"
Esos momentos perfectos
que son tan breves.
Quisiera alargarlos, pero no puedo,
esos momentos no se pueden alargar,
porque el mundo sigue girando y lo genial
se acaba
se esfuma precisamente
porque es genial.
Y dos corazones amarrados a la risa,
y dos sonrisas, da igual si son falsas en verdad,
y un roce accidental, o dos,
y unos ojos nerviosos, buscando algo.
Dos personas hambrientas de cariño social
que ya tienen su dosis matutina y vuelta al mundo.
Porque en la vida real
la sinceridad puede con todas las cosas
y las aplasta con una contundente dosis de realismo
que, por lo menos a mi,
me supera.