20.12.10

Tierra trágalos.

Primer acto:
En el aeropuerto, maleta en mano, los pasajeros esperaban impacientes a que el circo de los controladores aéreos terminara su función. Se fundieron todos en un abrazo y se dijeron hasta mañana. El anochecer se fundió con el amanecer y más tarde con el atardecer y así sucesivamente. Todos querían salir de aquel aeropuerto, que se situaba flotando a unos centimentros por encima de la tierra; de esa tierra que llaman París.
A la vuelta en España, pensaron, pondremos todos unas cuantas hojas de reclamaciones; Rodarán cabezas...
La vuelta de Disneylandia se hizo eterna.

Segundo acto:
Ya toca salir del Hotel rumbo al aeropuerto. Hace un viento frío y esta noche no ha parado de nevar. Si todo sale bien, cojemos el tren de las 6'30 y estamos en el aeropuerto a las 8. Dos horas antes de que salga el avión...
Antes de que pienses nada, este papel escrito, estas manchas de café en los dientes y en las hojas de este diario, deja testimonio de todo lo que pasó.
Todo lo que pasó no fue más que aviones sin despegar, controladores descontrolados, nieve en cantidades industriales y líquido anticongelante atascado en las fábricas sin distribuirse a los aeropuertos.
Todo lo que pasó fue que nunca cogieron ese avión. Nunca pudieron volar...

1 comentario:

  1. Me gusta más el primer acto, aunque el final del segundo también es bastante poético. Breve, pero intenso. Me gusta

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