31.12.11

Sirenas.



Suenan sirenas. Gritan ambulancias, camiones de bomberos y policía. Estruendos de muerte, fuego y corrupción. Cantos de sirenas que atrapan a desprevenidos y los envuelven en dolor y sufrimiento. 


Luces parpadeantes, amarillas, rojas y azules. La retina se contrae y los oídos zumban. El corazón se acelera y los músculos se contraen. Correr o esperar. Actuar o dejarse llevar. 


Vas tan rápido como tus piernas te dejan, atraviesas descampados, aparcamientos, calles vacías, hasta que te das cuenta de que no te siguen, que has escapado a sus voces atrayentes, que esta vez has ganado. 


Hoy dormiré feliz, sigo aquí, sigo mi camino, la senda que indica el humo antes de desvanecerse, el conejo rojo que siempre se escapa, la nariz de madera que siempre apunta al frente.


   

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