Adoraba los Beach Boys. Se sentía como si hubiese que tenido que nacer en otra época donde el God Only Knows derretiera a las chicas y todavía se llevara el pelo fuertemente engominado...
No, no, demasiado retro. Además no es un buen principio. Empecemos de Nuevo.
Capítulo Primero:
El era la viva definición de un Gentleman. Caballero de elegancia extraordinaria que, en estos tiempos difíciles, se había rendido de buscar los romances de una sola noche. Y andaba buscando y esperando esa cosa definitiva que, dicen, no importa ni lo que tu seas, ni lo que esa persona sea.
Bufff, para nada. Es pasteloso y no dice absolutamente nada. Otra Vez
Capítulo Primero:
No comprendía a la gente que iba a pasear por los parques. Siempre lo vio como un recurso estúpido y manido de las canciones pop. En cambio, las azoteas le apasionaban. Siempre que podía subía a la de su edificio a tomar los últimos rayos del sol y los primeros de las luces de las Farolas. -esto me encanta, las farolas...- Fue un día en el que se dio cuenta de que irremediablemente estaría por siempre encadenado a su reloj de pulsera, a las camisas de cuadros, al deseo irrefrenable de besar unos labios carnosos y, sobre todo, a aquella ciudad.
Homenaje a Woody Allen
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