8.6.12

Perro.



Hay un perro grande y negro en mi puerta,
yo la dejo abierta para que entre cuando quiera
y fijamente me mira, sin saber si se fía de mí o no.


Hay un perro grande y negro en mi puerta,
me llena la copa cuando me despisto y se ríe,
cuando estoy triste llora y por las mañanas me despierta a lametones. 


A veces desaparece, y no lo veo durante días,
pero tengo la certeza de que siempre vuelve,
hay un perro grande y negro en mi vida,
yo lo dejo estar y él ahuyenta a la buena suerte.


Hay un perro grande y negro y andrajoso y con pulgas en mi puerta,
me cuenta que su dueño ya no le quiere,
que lo dejó tirado en la cuneta, como perro que es,
que cuando lo vea le morderá en las pelotas, como persona que es.


Hay noches que llega tarde y sangrando,
me llora y lo dejo entrar,
lo limpio, le curo las heridas y le pongo un plato,
porque aunque siempre pierde nunca deja de luchar,
hay un perro grande y negro en mi puerta
y yo la dejo abierta por si quiere entrar.

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