El humo aquí
se hace cada vez
más denso.
A veces no recuerdo
si necesito respirar
a compás o a destiempo.
Su foma ondulada,
el modo grácil
en el que se eleva
y lo terrible que es
de las cenizas
el descenso.
Me recuerda tanto
a lo humano...
el humo como apología
de nuestros sueños
de lo que queremos,
subiendo alto,
siempre subiendo.
Las cenizas nuestra realidad
que vemos descomponerse
en trozos
al impactar
contra el suelo.
El cigarrillo, nosotros
con cara de gilipollas
ahí en medio,
entre la subida y el descenso
viendo cómo nos consumimos
a veces, a ritmos acelerados,
otras veces, lento,
puede que sirviéndoles
de aliento
a los labios equivocados.
(Smoking room)
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