Cuantas
veces me equivoqué,
ayer,
pensando que
al
quitarme la ropa
me
quitaba la vergüenza,
ayer,
pensando que
al
bajarme las bragas
me
desnudaba.
"¿Qué
te pasa?", preguntabas,
Me pasa
la vergüenza,
y el
desnudo.
Qué
descaro confundir máscaras con caras,
confundir
ser verdaderos con estar en cueros.
Como si
enseñar las tetas
no se
convirtiera en un disfraz más.
Como si
enseñar el culo
nos
hiciese más puros,
menos
contaminados, más animados,
menos
humanos, más de verdad.
¡Qué
quiero desnudarme, te digo!
Y no sé
cómo se deshace el tejido que cubre por dentro,
y me
mintieron cuando dijeron que
«lo más
profundo es la piel»,
¿cómo
puede ser?, si manoseando mi cuerpo apenas tocaron mi superficie...
¿cómo
puede ser?, si sudando sobre mi cuerpo apenas me hicieron derramar fluidos
de
hiel.
Lo más
profundo no es la piel, es el espíritu
aunque
el espíritu sean las tripas y los rugidos,
y la
angustia por el pasado y el miedo por el futuro
y la
sangre con la luna llena cuando mi útero se desgarra
y las
garras que no quieren soltarte porque veo cómo me amas
cuando
me dices que quieres desnudarme
cuando
me dices "el mundo te viste, Laura,
desnúdalo,
¿de qué tienes vergüenza?".
Hermoso regreso :D
ResponderEliminarSolo cabe una palabra... Katakroker
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