Paséate
por el silencio,
guarda
las caricias de tus palabras
esconde,
si quieres, el aprecio,
y si llamo a tu puerta
no
me abras.
Pídeme
que no vuelva,
que
camine despacio
y
nunca llegue
a
mis pulmones
el
aliento,
que,
tal vez,
no
merezco.
Ignórame
ahora,
quiéreme
luego,
pero
poco,
lo
justo
para
seguirte el juego.
Olvida
el último viaje,
haz
como si yo
no
estuviese aquí.
Enciende
las estrellas,
haz
como si no brillasen,
pero
la mía
no
se apagará por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario