9.12.10

Ansia.


Sus uñas se clavan en mi espalda mientras le muerdo el cuello y desabrocho su sujetador. Gime cerca de mi oído y me pone tan cachondo que no puedo evitar cogerla y empotrarla contra la pared, algo que se ve que le gusta también.

El instinto animal nos domina y se separa de mí, sinuosa, con el único objetivo de mostrarme en su totalidad su cuerpo desnudo. Mis pupilas se dilatan y mi pene me grita desde abajo deseoso de un gran polvo. 

La ato de muñecas y tobillos y le vendo los ojos, es mi presa, la voy a saborear. Y a cada beso que le doy, cada caricia, cada susurro, su cuerpo se estremece y pide que la posea. Cosa que no dudo más en hacer y nos sumimos en olas de placer.

Le toca a ella. Me mira eufórica y mi cuerpo se prepara para cualquier cosa que me haga. Mañana quedaré con los colegas y les contaré que he triunfado. Mañana me despertaré con una mujer, no, con una diosa junto a mí. Mañana seré el rey victorioso de todo el mundo, pero ahora sólo tengo que centrarme en disfrutar este manjar que ella me brinda. 

Su juguete preferido, las esposas. Me encadena con ellas a la cama y me pone la mordaza. No puedo gritar, estoy algo angustiado, pero se me sube encima y comienza a cabalgar. Es la mejor noche de mi vida. 

Extendiendo un brazo agarra un plástico y me lo coloca en la cara. Alcanzo a escucharla diciendo que no me preocupe, que lo disfrute, pero con la mordaza no puedo gritar y con el plástico me asfixio. Ella lo disfruta increíblemente y la mitad de mi cerebro también, pero la otra mitad está pidiendo que me saquen de ahí, quiere matar a esa mujer y pintar con su sangre las paredes. Acepto lo que me dice y me relajo, o quizá me obligue a relajarme la falta de oxígeno en mi cabeza. 

No se fija en que lo paso mal y aún no me ha quitado el plástico. Ya da igual, todo se nubla, soy el rey victorioso del mundo. La última imagen de mi vida, la de una diosa cabalgando sobre mi cintura.

Y ahora otro plástico, esta vez negro y grande, con cremallera. Me llevan, y ella no viene, se va también, pero sufrirá más que yo por una noche que los dos recordaremos.


4 comentarios:

  1. Siempre había pensado que estaría bien morir justo después de tener un orgasmo... pero no sé igual me lo pienso mejor..

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  2. Una vez me preguntaron que como queria morir...y por un momento pense en decir que a polvos...pero creo que tampoco es una buena opcion para morir. Seguiré pensando xD

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