11.10.11

Les reves sont la vrai vie?

París huele a pan y a mantequilla. Boulangerie. Huele a chimeneas. París es gris, pero es un gris bonito. Huele a un tiempo pasado, huele a nostalgia, pan y mantequilla. En el metro hay prisas. Nadie sonríe, todos hacinados en los vagones. París es rápida y tranquila a la vez. Hay música en las aceras, jazz, viejas que bailan y crêpes. Es verdad que todos están enamorados, pero no se sabe muy bien de qué o de quién. Monmartre se alza como una burbuja sobre la ciudad. Las calles están llenas de vida. En Monmartre hay artistas, petit theatre, sex shops, vino caro y baldosas de piedra. En la burbuja todo es más lindo que en la realidad. París es una señora mayor con collar de perlas y zapatos viejos y gastados. Un poco loca. Hay africanos, japoneses, argentinos que comen empanadillas y bailan tango. Hay soñadores que tampoco saben muy bien con qué sueñan. En los hostales con paredes de papel pintado se puede bailar desnudo y tener la ropa desordenada. Las ventanas son grandes y por ellas se ve una ciudad cuyo límite no alcanza la vista.
´París, el Sena, el Pont des arts. Tengo la llave de la ciudad

2 comentarios:

  1. Te qeuivocas, este es mucho mejor que el otro. No es la vieja Marla de toda la vida, pero el Martín de toda la vida también se fue, así que quién soy yo para decirle a las golondrinas como cantar?

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  2. Es una Marla enamorada de demasiadas cosas

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