14.11.11

Hay dos momentos cotidianos en los que mi mente entra en ebullición. Cuando estoy drogado y al meterme en la cama. Pero cuando la divina casualidad los une, la metáfora de la paja mental se queda corta.


Pero creo que a todos nos pasa igual, todos tenemos las mejores ideas justo antes de dormir y, al día siguiente, no las recordamos. Puta memoria somnolienta. Pero hay noches, y tardes, y mañanas, en las que nos levantamos de la cama, nos sentamos frente al teclado y escribimos lo que nuestra fumada cabecita nos dicta. No sabemos si les gustará a otros, pero lo hemos soltado, es nuestra pequeña creación, es absolutamente perfecta, incluso podría provocar una erección. Y estaremos nerviosos por ella, por qué pensáis de ella.

Esperaremos vuestras opiniones ansiados por emborrachar nuestro ego de elogios y admiraciones o, tal vez, nos sentiremos ofendidos por las malas críticas o estaremos tristemente apenados por que nos habéis dejado en la indiferencia y no habéis comentado nada. Pero siempre esperaremos esa opinión, porque nosotros sí creemos en esas pequeñas joyas que, ya sean mejores o peores, son nuestra inspiración. Siempre nos sentiremos orgullosos de estos textos porque cuando escribimos no lo hacemos para vosotros, lo hacemos para nosotros.


Va para vosotr@s Noventatrastistas. 

2 comentarios:

  1. como diria Leiva de Pereza: es nuestra pequeña perla, que cuando la estamos creando solo pertenece a nosotros y a nadie mas! ^^

    ResponderEliminar