pues de la tierra nació, y su poder será semejante.
Los árboles levantarán sus raices, profundas como el mar,
y juntos irán a buscarlo, y los animales, así la joven cabra
como el viejo león, marcharán hacia donde se los llama.
Y el cielo echará sus puertas y llamará a los vientos guardianes,
de fuerza insuperable y vendrán las sagradas águilas, de bellas plumas,
y los fieros buitres, de duro pico, y el éter será rayo y la nube tormenta.
Y del agua habrán de salir los poderosos peces, de veloces pensamientos,
y y la bella agua será ola, y la bella playa será martillo y la tierra será yunque.
Y del yunque nacerá un fuego y de él la mano que mata y salva, que ayuda y ahoga,
la que no se puede controlar, la de sensible alma, terrible.
Así habrán de castigar a los dioses a quien vierta al niño tiempo,
de rubios cabellos, en los días blancos de color.
Pues es el último regalo que los hombres, de divino linaje, poseen.
qué bonita la oración!
ResponderEliminarInteresante, me gusta =)
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