30.10.13

Sucre

¿Cuántos tirantes de sujetador
pueden ser tan sexys como ése?

Ni colecciones de pasarela
pueden combatirle en tan olímpico arte.
Él, asoma por el hombro y travieso
se desliza y esconde
encendiendo mi interés.

Dulce mano lo alza de nuevo
y creo que me dedica una sonrisa mientras
mira hacia abajo y guiña,
dirigiendo mis ojos al atisbo
del busto de licra 
negro azabache,
negro gato en el claro de luna,
que creyéndose suave
disfruta del delicado tacto de unos pechos
en los que viviría cien años sin comer ni dormir. 

De repente ¡sorpresa!
Aparece nuestro conjunto inferior
escondido bajo el pantalón,
tímido,
asoma para observar,
y se esconde cuando ve cómo lo miro.

Ropa fuera.

Deja tu piel desnuda al alcance de mi mordida,
sin pensar en mi sed,
sin pensar en tu suculento aroma,
sin pensar,
que yo ya estoy hipnotizado.






2 comentarios:

  1. Genial! podrías trabajar vendiendo lencería xD
    P.D. Se está caldeando el blog, como sigamos así le vamos a tener que llamar 90 orgasmos

    ResponderEliminar