El ocaso de la certeza
avanza.
La pregunta reconducida,
de mis oídos a tus labios,
¿acaso no es ahora?
¿Acaso aminora
el devenir de la embestida,
acaso acelera?
Maldito universo de vibraciones
y frecuencias,
me llamas libre a voz en grito
y sin embargo, me conduces
a la rutina del movimiento.
Mientras mi mente muere
tendiendo a la perfección infinita,
mi alma nace y renace tras morir
transmutando el dolor
entre tus piernas alquímicas.
Pero solo al ritmo y la frecuencia
le debo la magia, como la música.
Y mientras nuestra sangre baila
al ritmo de los tambores, como Azathoth,
la quintaesencia que llevamos dentro mengua
hasta reducirse a un espectador
en la formación del mundo.
Y no es capaz de comprender el mundo,
el que hemos de generar,
tu y yo, colisionando como galaxias.
¿Acaso no es ahora? - se pregunta.
¿Acaso ha sido nunca?
avanza.
La pregunta reconducida,
de mis oídos a tus labios,
¿acaso no es ahora?
¿Acaso aminora
el devenir de la embestida,
acaso acelera?
Maldito universo de vibraciones
y frecuencias,
me llamas libre a voz en grito
y sin embargo, me conduces
a la rutina del movimiento.
Mientras mi mente muere
tendiendo a la perfección infinita,
mi alma nace y renace tras morir
transmutando el dolor
entre tus piernas alquímicas.
Pero solo al ritmo y la frecuencia
le debo la magia, como la música.
Y mientras nuestra sangre baila
al ritmo de los tambores, como Azathoth,
la quintaesencia que llevamos dentro mengua
hasta reducirse a un espectador
en la formación del mundo.
Y no es capaz de comprender el mundo,
el que hemos de generar,
tu y yo, colisionando como galaxias.
¿Acaso no es ahora? - se pregunta.
¿Acaso ha sido nunca?
siempre es un placer bucearte
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