fe

La fe no viene,
ni se va.
La fe no se tiene,
ni se abandona.
La fe no se detiene,
ni ocupa el tiempo.
La fe somos nosotros
cuando estamos despiertos.
La fe no se encarna
cuando andamos soñolientos.

Todo consiste en creer en una misma.

Los tópicos son los trópicos
de la mentira, porque al final
se hacen verdad
siempre parcial, pero encarnada.
Una vez más repitiendo palabras.
Hablar es balbucear,
¿¡que si no?!
Si no eres fe, eres ser ambulante,
negociante con las sombras que crees ser,
mendigante de las luces que ansías.
Fe es ser.
Sin metafísica,sin trascenfencia,sin cobardía.