7.2.15

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Or. De. Nar. Los espacios. Superficies y subterráneos. Era tan fácil, el movimiento que deja atrás ese acto de rebeldía. "Es la entropía, mamá". Y eso que aún no entiendo las leyes físicas, ni reconozco la autoría, ni creo que las cosas obedezcan. No gobiernan, pero sirven como excusa. "Es la entropía, mamá, la que legitima esta desidia que me impide ordenar". Los espacios. ¿Subterfugios? Superficies y subterráneos. No, no era tan fácil darme cuenta de que cada objeto tiene su lugar (o el mío). Fingir un caos en mi habitación era signo de distinción, y todas éramos rebeldes y nada distintas. No, no era tan fácil darme cuenta de que cada lugar tiene su objeto, o que los objetos son ya lugares.

Soy bulbo subterráneo y me esparzo a través de tentáculos rizomáticos que no chocan con obstáculos cuando las líneas de fuga  se han limpiado. Que no las taponen ni rebeldías ni excusas, ni distinciones egoístas, ni concentraciones microfascistas. ¿Quieres que te diga quién eres tú? Tú serás cuando te diluyas, cuando no quieras que te digan quién eres, cuando no seas tú. ¡Bienvenido al mundo! ¡Qué sorpresa! ¡No hay nadie, pero estamos todas! Líneas del rizoma volátiles y enterradas. No te aterres por no ser nada, porque eres todas las cosas. Cosas que no obedecen. Cosas que no se rebelan contra sí mismas y sus lugares. 







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