¿Cómo atraganto las fauces
que se
adosan bajo las costillas
como un
apéndice?
Ni
piedras, ni astillas
obturan
la garganta
de la
boca endiablada
que
habita en las entrañas
(el
hueco de la casa que habito).
¿Cómo se
mata a lo que no tiene materia
y, sin
embargo, se alimenta de una masa negra
que
algunos llaman
vacío
soledad
nada?
Quizá
las fauces se llamen ego,
o miedo
o tiempo.
¡¿Qué
importan los nombres
si no degüellan,
demuelen, derriban, despedazan, desmiembran?!
Si no
siembran la prematura muerte
del
monstruo que abre la boca en la boca de mi estómago,
¡¿qué importancia
tienen los nombres?!
¿Cómo
atraganto las fauces
que se
adosan bajo las costillas
como un
apéndice?
Que
alguien me lo diga.
Que
alguien me diga que el monstruo
soy yo
misma.
exquisito bocado
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