31.5.15

Después de la tormenta


Despertar número 3 de 5




Después de la tormenta
las grietas siguen sin tener fondo,
pues se tragan el Diluvio Universal,
así, sin más.

Quedan como reflejo de lo que tuvimos que hacer
para salvar al mundo.

Me despierto náufrago
en un océano de sábanas.
Tal vez más recuerdo que real, soy,
petrificado,
de la marea que dejamos crecer,
mirando el beso de la Luna
a su novia la Tierra.

Anoche dioses,
enormes en tamaño,
bebiendo ríos, quemando bosques,
alimentando el séptimo chacra
íbamos.
¡Ay, de nos!

El dolor que anoche fue combustible,
hoy es deuda.
Y como dioses nos perdimos,
como profetas en desiertos,
como intrépidos en el océano,
para volver al estado dador
de la vida.

La regeneración pura
de la divinidad curativa
en cada gesto atolondrado.
Derramado el café, da igual.
Comprender, expandir, solapar
y volver a empezar,
cada mañana
después de la tormenta.

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