15.4.13

El hábito de sentir.


Si tienes el cielo podrido dentro de la boca
y vuelves a echar de menos todo lo que nunca tuviste
desde el asiento delantero del coche,
las madrugadas de fines de semana,
entre las sábanas,
y sabes que no hay nadie, que no lo ha habido, nadie
que llene este espacio tan gigantesco,
que sea, mitad tú y mitad todo.
Mientras tú solo quieres que te abracen
cuando tengas miedo de estar viva,
o cuando seas feliz por el simple hecho
de estar viva.
Solo sabes que justo ahora
no hay nada...
solo un poema quemándose 
a ras del silencio,
solo una sombra que se bebe
uno a uno
tus huesos.

3 comentarios:

  1. Conozco las noches de hambre, el laberinto de ausencia, el funambulismo para sortear el vacío.
    Escribir para volar, inundarse de poesía: sensorialidad y vida...

    Acabo de descubrir este otro lado de la frontera azul, me gusta.

    Un abrazo desde la muleta.

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  2. Los poemas despiertan cuando no hay nada.

    Un saludo :)

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  3. se echa de menos lo que nunca se tuvo porque se idealiza lo que otros tienen y nos falta.

    Hay que aprovechar los momentos que sabemos estar felices por estar vivos, son los que suelen ser mas lucidos.
    Mejor elegir desde la alegría que desde el naufragio.

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