Si tienes el cielo podrido dentro de la boca
y vuelves a echar de menos todo lo que nunca tuviste
desde el asiento delantero del coche,
las madrugadas de fines de semana,
entre las sábanas,
y sabes que no hay nadie, que no lo ha habido, nadie
que llene este espacio tan gigantesco,
que sea, mitad tú y mitad todo.
Mientras tú solo quieres que te abracen
cuando tengas miedo de estar viva,
o cuando seas feliz por el simple hecho
de estar viva.
Solo sabes que justo ahora
no hay nada...
solo un poema quemándose
y vuelves a echar de menos todo lo que nunca tuviste
desde el asiento delantero del coche,
las madrugadas de fines de semana,
entre las sábanas,
y sabes que no hay nadie, que no lo ha habido, nadie
que llene este espacio tan gigantesco,
que sea, mitad tú y mitad todo.
Mientras tú solo quieres que te abracen
cuando tengas miedo de estar viva,
o cuando seas feliz por el simple hecho
de estar viva.
Solo sabes que justo ahora
no hay nada...
solo un poema quemándose
a ras del silencio,
solo una sombra que se bebe
uno a uno
tus huesos.
solo una sombra que se bebe
uno a uno
tus huesos.
Conozco las noches de hambre, el laberinto de ausencia, el funambulismo para sortear el vacío.
ResponderEliminarEscribir para volar, inundarse de poesía: sensorialidad y vida...
Acabo de descubrir este otro lado de la frontera azul, me gusta.
Un abrazo desde la muleta.
Los poemas despiertan cuando no hay nada.
ResponderEliminarUn saludo :)
se echa de menos lo que nunca se tuvo porque se idealiza lo que otros tienen y nos falta.
ResponderEliminarHay que aprovechar los momentos que sabemos estar felices por estar vivos, son los que suelen ser mas lucidos.
Mejor elegir desde la alegría que desde el naufragio.